Nos
volvimos extraños. Seres de otro mundo. Miraras donde miraras, oyeras lo que
oyeras, la gente quería un mundo mejor. Los Unicornios se mezclaron con las Elfas
y aprendieron a tocar la flauta de Bartolo, aquella que tiene un agujero solo.
Y se les pasaba el día en ir y reír. Y vivían sin preocupaciones ni angustias, dejando
que dios les alimentara, como a los lirios del campo y a las aves del cielo.
Cambiaron tanto las cosas que hasta echarse a la Bartola estaba bien visto….
Texto
e imagen: Ana&Heterónimas. ©
Música:
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