Y allí se quedó. Plantada. Abandonada. Como una flor en un tiesto que nadie quiere regar. Las malas lenguas dicen que tenía una cita con la Felicidad, pero que ésta no acudió. Otras dijeron que estaba esperando a Vladimir y Estragon, pero que ellos estaban en otra espera distinta y nunca se presentaron.
Quizá echaba de menos echar raíces en algún lugar de la Tierra, aunque fuese minúsculo ¿Cómo saberlo? Allí, sigue. Esperando por una lluvia clemente que no la pudra e implorando por un sol misericordioso que no la abrase.
Texto e imagen: Ana&Heterónimas.©
Música: Carpenters - Rainy Days And Mondays
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