sábado, 25 de enero de 2014

La primera vez que toqué la perplejidad con alguna parte de mi cuerpo,fue cuando tropecé con Gorgias


La primera vez que toqué la perplejidad con alguna parte de mi cuerpo, no sabría decir si con el hígado, el cerebro o el fémur, fue cuando siendo todavía adolescente  tropecé con Gorgias en un libro de texto. Se titulaba “Sobre la naturaleza o del no-ser” y defendía tres tesis: Nada existe. Aunque algo existiera, no  lo podríamos conocer. Aunque pudiéramos conocerlo, no podríamos expresarlo ni comunicarlo a los demás.
Todavía estoy tiritando...
Texto e imagen: Ana&Rquía.©