Qué
necesaria es la Poesía en los tiempos que vivimos. En tiempos de Pandemia las
crónicas son menos alarmantes si se las rodea de poesía. Un ejemplo: “Los virus
son simplemente “malas noticias envueltas en proteína”. Con suavidad. Como si
estuviéramos leyendo un diario y se deslizara algo que nos quema la vista, pero
la retiramos justo a tiempo para no dañarla del todo.
Otro
ejemplo: “Las malas noticias del nuevo coronavirus están grabadas en su genoma:
un texto de 30.000 letras —la mitad que El principito de Antoine de
Saint-Exupéry— con las instrucciones suficientes para colarse en una célula
humana, tomar el mando y fabricar miles de copias de sí mismo. Así me gusta. El
Principito regando su rosa y el coronavirus deslizándose silenciosamente.
Después
seguimos envolviendo en poesía el texto: “En cuatro letras (A, U, G, C) está
escrito el texto que permite al virus atacar las células y replicarse. Estos
aminoácidos se van uniendo como perlas en un collar para dar lugar a las
proteínas que forman el virus. ¿Perlas nacaradas?, pregunto
Ahora
viene el suspense: “En la posición 23.403 del genoma, una letra A cambia por
una G. ¡Una adenina (A), por una guanina (G)!. “Una ventaja adaptativa para
nuestro lindo coronavirus”. Es como si una sola errata cambiase por completo la
historia de El Principito. ¿Triste? Sí. Pero también Bello, ¿o no?
Yo,
por si acaso, he cogido un hermoso y
poético martillo para romper el patético Abecedario.
Texto
e imagen: Ana&Heterónimas. ©
Música: Gregorian - Nothing
Else Matters
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Este texto se escribió con la
aportación de Manuel Ansede y Artur Galocha