Cuando al angelote le destinaron para Ángel de la Guarda lloró. Él no quería estar pendiente de seres caprichosos, a los que les gusta siempre llevar la contraria y que jamás siguen los consejos de su ángel. Él lo que quería era tocar la trompeta, o el saxo...o incluso el sexo. Bueno, el sexo no, que los ángeles no tienen sexo ¿o sí?
Texto e imagen: Ana S. ©
Música:Rebekka Bakken. Powder Room Collapse
https://www.youtube.com/watch?v=I4MAmbnijXY