Un poema se construye sobre otro poema. O se roban las palabras o se roban los conceptos.
Los poetas son omnívoros. El poeta, como el cuervo es extremadamente oportunista, alimentándose de carroñas, de insectos, de residuos alimentarios, de escogidos sustantivos, de sofisticados verbos, de estrafalarios adjetivos y también de pequeños animales. Es un cleptoparásito.
Igual que le sucede a los cuervos, los/as jóvenes poetas tienen curiosidad hacia toda cosa nueva, y siente atracción por los objetos y palabras extrañas y brillantes. Los adultos pierden este interés intenso para lo inusual y pasan a ser neófobos.
Se les ha observado deslizándose a lo largo de montones de nieve y poemas ajenos. Al parecer por simple placer.
Juegan incluso con otras lenguas y especies, por ejemplo juegan al juego del ratón y el gato con lobos y perros e incluso con algún que otro diccionario…
Si se les acaricia dejan de ser peligrosos.
Texto e imagen: © Ana S
Música: Nomad Spirit - Youthie & Macca Dread