¡Qué extraño es el proceso de
credulidad! Cuando era pequeña y me contaban el cuento de Caperucita no me
extrañaba que el lobo hablase. Lo veía normal. Pero que el cazador sacara de la
barriga a Caperucita y a su abuela y que llenase la barriga del lobo de piedras
y se la cosiera sin que él se enterara….Ah, eso no. ¡Eso es imposible! protestaba
yo incrédula. Ya veis: No elegimos las mentiras en las que creer. Son las
mentiras las que nos eligen a nosotrxs.
Texto e imagen:
Ana&Rquía.©
Música: Paco Ibañez .Erase una vez http://www.youtube.com/watch?v=ryds4paaLfM