La primera vez que toqué la perplejidad con alguna parte de mi cuerpo, no sabría decir si con el hígado, el cerebro o el fémur, fue cuando siendo todavía adolescente tropecé con Gorgias en un libro de texto. Se titulaba “Sobre la naturaleza o del no-ser” y defendía tres tesis: Nada existe. Aunque algo existiera, no lo podríamos conocer. Aunque pudiéramos conocerlo, no podríamos expresarlo ni comunicarlo a los demás.
Todavía estoy tiritando...
Texto e imagen: Ana&Rquía.©
Música: Imany - You will never know http://www.youtube.com/watch?v=8rsdhIpx2hs&feature=related