"Allí
donde están las fronteras de mi lengua, están los límites de mi mundo", nos
dice Ludwig Wittgenstein en su Tractatus
lógico-philosophicus. Y después, o quizá antes, no sé muy bien porque los Tractatus
lógico-philosophicus son muy suyos, añade: "De lo que no se puede hablar
hay que callar." Pero entonces,me pregunto yo a mí misma, ¿No limito mi mundo si me callo?¿ Cómo romper
las fronteras de mi lengua si permanece húmeda en mi boca?. No, no existen límites en
mi mundo. Yo siempre me guío por la máxima de la incontinencia verbal: Hablante
no hay camino, se hace camino al hablar.
Texto: Wittgenstein y Yo
Misma
Imagen: Ana&Rquía.©