Temo
morir asesinada. La habitación se ha llenado de insectos neópteros. Son hemimetábolos, y
tienen de 4 a 6 instares ninfales. Un dermáptero
ha rodeado mi cuello con sus tenazas. Por la pinta, creo que se conformaría con
que le llamara cortatijeras vulgaris
en lugar de dermáptero. Pero, yo por si acaso le trato de Don Dermáptero. Intento
ser amable. Dicen que normalmente viven bajo piedras o entre la corteza de los
árboles. No sé si me ha confundido con una piedra o con un plátano de sombra. Pensándolo
bien, yo podría ser ambas cosas. A la vez, o individualmente. Pienso en sus
alas elitroides, en sus antenas largas multisegmentadas y delgadas, en sus glándulas
repugnatorias defensivas y en su aparato bucal tipo masticador, y no sé porqué,
pero se me ha hecho un nudo en la garganta. Espero que no tenga hambre porque
estoy en sus garras. He oído decir que
estos bichitos son omnívoros o saprófagos. En cualquier caso, ya sea omnívoro
o saprófago, me coloca dentro de la
posibilidad de ser su aperitivo, merienda o cena.
¡Y yo que me quejaba de que
tenía una contractura en el cuello!
Texto e imagen:
Ana&Rquía.©