“Es
ley de vida”, dice Andrea para justificar la muerte de la gente mayor. Y añade: “Sinceramente,
los muertos me dan igual” (*1). Pero la Vida
no tiene leyes. Ni la Muerte.
En
una discoteca las libaciones de un Baco loco riegan ritualmente a unos adoradores
agradecidos. (*2)
En
la costa, hay una quedada en una playa para contagiarse. (*3)
En
Radio Nacional se oye, a una madre desesperada porque a su hijo le importa más
salir con sus amigos que contagiar a sus padres.
Un
audio de un anestesista del Hospital Puerta de Hierro avisa que en las
discotecas, solo por divertirse, jóvenes asintomáticos van dejando un rastro de
saliva sobre vasos, botellas, barandillas….
“No
Future” cantaban los punkies en los 70. “No Future” corean los “cayetanos” con
sus acciones en el 2020.
La
esperanza parece lejana y entender el
mundo que se avecina una locura.