miércoles, 5 de agosto de 2020

Que las Diosas nos libren de la saña de un dios encolerizado


Veo horrorizada las imágenes del Apocalipsis en el puerto de Beirut. Dicen que la catástrofe se suma a una profunda recesión, el caos político y la pandemia. Añaden que todo es el trágico fruto de una situación anunciada.

Es como si hablaran de castigos divinos. La saña de un dios encolerizado con un pequeño país. Y quisiera estar allí para ayudarles. No sé cómo, pero ayudarles.


Pienso en un chico libanés que conocí hace muchos años en un aeropuerto. En su risa, cuando le preguntaba, en inglés, si conocía alguna palabra en español. En mi risa cuando me contestaba: Sí, dos: “amigo”, “cerveza”.  Y me importa su suerte. 

No puedo dejar de pensar en la generosidad de los extraños que nos regalan sus risas en una tarde de espera, un día cualquiera, en un aeropuerto. ¡Ojalá siga vivo!.
Texto e imagen: Ana&Heterónimas. ©
Música: Líbano