domingo, 23 de agosto de 2020

Sueños así, bien se merecen unas piernas rotas



En 1010, el Benedictino Oliverio de Malmesbury  se sujetó unas alas a los brazos y saltó desde una torre. Voló una corta distancia, pero se rompió las piernas.

Sueños así, bien se merecen unas piernas rotas.

Texto e imagen: Ana&Heterónimas. ©
Música: Louis Armstrong - What a Wonderful World https://www.youtube.com/watch?v=D67lR7Qy_wk