Como un peregrino que se orienta bajo la Vía Láctea, todos los caminos conducen en nuestros sueños a la casa de nuestra infancia. No importa que tenga otros dueños o que ya no exista. No importa que haya sido devorada por las cenizas del tiempo o el apetito voraz de las excavadoras. Cada noche las habitaciones se vuelven a abrir de par en par para que las habitemos de nuevo. Y crujen nuestros sueños al pisar sus baldosas, al atravesar sus paredes, al tocar sus muebles….
Texto e imagen: Ana S. ©
Música: Anna Domino - Land of My Dreams