No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.
La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Auque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.
Luis Cernuda
Disiento de Cernuda,el deseo es una respuesta muy contundente
ResponderEliminarcontundente y urgente
Eliminarel deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe..pero que todos queremos responder. http://www.youtube.com/watch?v=b4hXyALR9vI
ResponderEliminarCierto
EliminarTiene razón Cernuda:Un roce al paso,
ResponderEliminaruna mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,(en tres,en cuatro o miles de partes)
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe..el mismo sueño que sueña uno
el deseo es menos exigente de lo que piensas Apocalipsis,a él no le importa que los sueños sean distintos (es mi opinión,basada en mi experiencia)
Eliminarel mismo sueño o otro sueño distinto..no importa mientras exista el deseo
EliminarCernuda for ever!!!
ResponderEliminarMe gusta muchísimo y además me siento muy ligada a él desde que conocí su vida,su exilio,su soledad.Su nombre endulza mis sueños
EliminarMe encanta!!!
ResponderEliminarGracias!!
EliminarUn cuerpo interrogante es la mejor pregunta a la que se puede responder.
ResponderEliminarMe encanta tu comentario,Marta.
EliminarEl deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe y a la que no se necesita contestar, a no ser con otra pregunta llena de deseo a su vez.Y después está el deseo repentino de hacer eterno lo pasajero, que es una visión de lo Absoluto que tenemos guardada en algún lugar de nuestra alma, y a la que nunca,nunca, podemos dar respuesta por más que lo intentemos.
ResponderEliminarMe he dado cuenta de que en la entrada no he puesto el autor.Como se nota que era una inexperta en cuestiones de blog.Aún sigo siéndolo pero no tanto.Voy a editar ahora mismo la entrada para corregirlo.
ResponderEliminar"Un mundo cuyo cielo no existe". No estoy de acuerdo. Yo creo que el deseo es el cielo mismo
ResponderEliminarYo también lo creo
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