Si uno pudiera ser un piel
roja siempre alerta, cabalgando sobre un caballo veloz, a través del viento,
constantemente sacudido sobre la tierra estremecida, hasta arrojar las espuelas
porque no hacen falta espuelas, hasta arrojar las riendas porque no hacen falta
riendas, y apenas viera ante sí que el campo era una pradera rasa, habrían
desaparecido las crines y la cabeza del caballo.
Texto: F.Kafka."El Deseo de ser un Piel Roja"
Imagen: Ana&Rquía.©