Todos
decían que era despistada, que estaba abstraída. La veían continuamente pensativa,
embobada, divagando por espacios llenos de humo. Pero, contrariamente a lo que
todos pensaban, no estaba siempre en las
nubes. Eran las nubes las que siempre estaban en ella.
Texto
e imagen: Ana&Heterónimas.©