El
corazón de Juan Ramón es como una nube grande, enmarañada, suave. Es un corazón
tan blando, por dentro y por fuera, que se diría todo de algodón. Sólo los
espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal
negro.
Juan
Ramón dice que Platero es el Marco Aurelio de las Praderas.
¡Y
después dicen que los burros no saben nada!
100
años de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez,
1914-2014.
Texto e imagen: Ana&Heterónimas.©
Música: .Bon Iver -
Skinny Love http://www.youtube.com/watch?v=ssdgFoHLwnk