martes, 19 de mayo de 2020

La Eternidad no entiende de edades


Confieso que también yo, cuando era joven, me creía, cual los dioses, Inmortal. No quiero ser agorera. Solo quiero recordarles unas palabras del Decamerón a los/as  jóvenes  que han quedado para cenar :
“¡Cuántos valerosos hombres, cuántas hermosas mujeres, cuántos jóvenes gallardos a quienes no otros que Galeno, Hipócrates o Esculapio hubiesen juzgado sanísimos, desayunaron con sus parientes, compañeros y amigos, y llegada la tarde cenaron con sus antepasados en el otro mundo!”(*)
Ah, y guardad la distancia de seguridad.Hay gente que no tiene prisa ni tiene cita para cenar con sus antepasados en el otro mundo.
Texto: Boccaccio y Ana&Heterónimas.©
Imagen: Ana&Heterónimas.©
Música:
 https://www.youtube.com/watch?v=hLxwycS-m7c

(*)
Boccaccio concibió el Decamerón después de la epidemia de 1348, y lo terminó en 1353, tras la desolación que la peste ocasionó en Florencia